Las malas prácticas de negocios tienen el potencial de infligir un enorme daño en las personas, comunidades y el medio ambiente.
Como es conocido, hoy en día, los negocios tienen un enorme efecto tanto en las personas como en los demás seres que habitan el planeta. Lo malo de esta premisa es que, habitualmente, el efecto es negativo y son más los casos de problemas sociales o ambientales causados por alguna mala práctica de negocio. Tal es el caso de los innumerables desechos industriales que son depositados, día a día, en los océanos, o, de las enormes cantidades de toxinas lanzadas, por las fábricas de producción, al aire que respiramos todos.
Por otra parte, otra forma de causar gran daño en las personas es aprovechar su buena voluntad, además, de la necesidad que tienen muchas familias por intentar obtener un poco más de dinero, ante la aparente escases del mismo, en este mundo económico actual que parece interesarse y beneficiar solo a quienes más poder monetario demuestran. Tal es el caso de la captación indebida de dinero, que no es más que el simple aprovechamiento de inescrupulosos hombres de negocios sobre simples personas que ven en ellos un posible escape de la pobreza económica. Estas personas depositan, además de su confianza, gran parte de los ahorros que, seguramente, les tomó gran parte de su vida juntar esperando obtener un ingreso que, normalmente, les sería imposible conseguir en el sistema bancario actual permitido por los gobiernos, en vista de que la diferencia entre las tasas que cobran por prestar dinero y las que otorgan por recibir depósitos es muy grande. Lo curioso es que dicho sistema bancario no ve por conveniente aplicar esta misma política a aquellos que tienen mayor poder adquisitivo, puesto que deciden hacer lo contrario otorgándoles tasas preferenciales en cada uno de los casos.
Pocos hombres de negocios han recibido entrenamiento en ética para los negocios.
Es muy cierto el decir que son pocas las personas de negocios que han sido correctamente educadas acerca de los compromisos éticos y morales que cada uno debe de cumplir desde su respectiva posición. Quizá es algo arriesgado afirmar que de la mayoría de hombres de negocios que han logrado acumular astronómicas sumas de dinero, no llegan a formar el uno por ciento los que consiguieron hacerlo de manera en que puedan vivir con tranquilidad en su conciencia. Un claro ejemplo de esto son, justamente, los sistemas piramidales de empresa. En ellos, la idea es captar la mayor cantidad de participantes que inyecten dinero a la organización para así, luego de algún tiempo, les sea devuelto en módicas cuotas periódicas. Claro está, para que esto suceda lo único que deben hacer es, ellos mismos, tratar de captar a más incautos que depositen su dinero y así este sirva para que se les retorne la inversión a los primeros. Cabe resaltar que, todas las empresas que conocemos tienen una estructura piramidal y que el sistema bancario actual se basa en captar ingresos económicos de las personas para luego poder repartirlo entre los que se encuentren en la cima de dichas pirámides.
Está claro entonces que para que se mantenga el modelo económico en el que nos vemos sumergidos la gran mayoría de personas es necesario que exista disparidad y que sean pocos los que se mantengan en la cima piramidal.
Necesitamos comprender por qué siguen ocurriendo infracciones éticas en los negocios.
Es muy importante tratar de entender el por qué de los actos indebidos que suceden sobre todo dentro de los negocios en las sociedades. Seguramente, uno de los principales motivos por los que las personas actúan de manera indebida es que a cambio se encuentran sustanciales sumas de dinero que llegan como consecuencia de algún acto poco ético. Generalmente, son estos actos los que traen consigo mayores ganancias con un mínimo esfuerzo, y es exactamente por este motivo que se encuentran penalizados, en vista de que la competencia se lleva a cabo en un territorio injusto y desigual para todos aquellos que eligen desarrollarse dentro de un marco ético y moral.
Esto nos lleva a que el hecho de informarse acerca de las diferentes situaciones poco éticas que se presentan a diario en el mundo de los negocios puede resultar demasiado útil al momento de encontrarse en una situación parecida. Por ejemplo, en cuanto a la captación masiva y habitual de dinero, si se llega a estar informado acerca de este tipo de situaciones, es probable que la persona no caiga con tanta facilidad en una trampa de este tipo, o, por el contrario, si llega a darse el caso de que una persona se encuentre en la situación de poseer dinero de otras personas, ésta logre razonar con mayor detenimiento y entre en cuenta de que lo que está cometiendo, además de ser un delito, es infringir a su ética como persona y generar un daño en alguien más.
El poder y la influencia de los negocios en la sociedad es más grande que nunca.
Actualmente, la meta de la gran mayoría de las personas que viven en diferentes culturas es lograr ser prósperas personas de negocios que logren, año a año, mayores ingresos económicos para su beneficio personal. Este hecho se da debido a que los seres humanos viven en un modelo económico en el que los negocios han abarcado casi la totalidad del poder en el mundo entero, es decir, no es falso el expresar que las grandes economías de la actualidad ya no son más los gobiernos ni nada que supuestamente trabaje en bien de la comunidad, sino mas bien, las grandes corporaciones repartidas en escasos países. Debido a esto, muchos individuos caen en prácticas de negocios que incumplen con los comportamientos éticos aceptados por la sociedad, puesto que ven como único fin el incrementar su riqueza personal aún a expensas de los demás y de los principios morales que deberían sobre pesar en este tipo de situaciones.
Luis Miguel Herrera Andreu
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